Acercamiento edulcorado vs. Cruda realidad.

¿Edulcorar en un país que hasta el azúcar importa? Vaya.

Progreso Weekly/Semanal

Javier Toledo

Varias personas se han comunicado conmigo pidiéndome un comentario sobre dos reuniones importantes: la del PCC y la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).

¿Qué decir que no haya escrito en notas anteriores? Alimentación, transporte, turismo, sistema energético, economía-ordenamiento-inflación, salud pública, producción agropecuaria, etc; todos los temas y sectores los he ido abordando con datos, carente de la muela que abunda.

Hay lectores que se molestan por eso, los entiendo, prefieren el acercamiento edulcorado a los crudos problemas que nos agobian y que brinde esperanza. O que use palabras como coyuntura, resiliencia, bloqueo, potencialidades, desatar las fuerzas productivas y otras, pues existe un arsenal de estas. Son los actos con integralidad y en la profundidad requerida, lo que vale. Y si no, pregúntenle a la Inteligencia Artificial (IA) sobre nuestros problemas, que carente de emocionalidad y voluntarismo acientífico, responderá.

Pero la mesa diaria, la electricidad estable en la casa –escribo casa, ojalá no apuntalada o en casi derrumbe–, o el agua en los grifos y la balita de gas, son presencia diaria y nada metafóricas. ¿Edulcorar en un país que hasta el azúcar importa? Vaya.

La realidad, como escribió hace años un colega de PW/PS, “es más terca que el marabú”.

Y aquí les pongo dos datos, hay más, de la terca realidad:

  • La inflación anda por el 30 %
  • Existe la posibilidad de una contracción económica, que oscilaría entre un 1 % y un 2 %”, dijo Alejandro Gil, ministro de Economía.

¿Entonces?

Pues hace más de 10 años fue anunciado que estábamos al borde del precipicio. ¿Dónde ahora?

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