“Con la bancarización hemos topado, Sancho”
Y así las cosas, vuelvo al caballero andante que por procurar, procura un vil cajero.
Así diría el Quijote si fuese propietario de una Mipyme o el económico o comercial en una empresa estatal.
La noticia circula por todas las vías habidas y por haber. El Banco Central de Cuba (BCC) anunció un paquete de medidas que resumo:
*Las empresas estatales, privadas y cooperativas no agropecuarias, no podrán hacer extracciones vía cajeros del efectivo necesario para su actividad.
*Estos sectores de la economía deberán actuar de acuerdo con “las condiciones pactadas con el banco y en correspondencia con los niveles operacionales y fiscales”.
*Todas las operaciones entre actores económicos deberán realizarse mediante los medios de pago existentes (títulos de crédito, etc), no en efectivo.
*“Las operaciones de cobros y pagos que superen la cifra de 5000 pesos cubanos, se realizan mediante los instrumentos de pagos y títulos de crédito distintos del efectivo, y se prioriza que se ejecuten por los canales electrónicos de pago”
*Solo las personas naturales podrán extraer dinero en efectivo mediante los cajeros.
“Las operaciones con efectivo han crecido en mayor proporción” que el uso de las vías digitales para pagos y transacciones, señaló el BCC e identifica dicho crecimiento como “consecuencia de la inflación y otros factores”.
Por su parte, el economista cubano Pedro Monreal opinó en su blog El Estado como tal, que “El crecimiento rápido de las operaciones con efectivo no es la “consecuencia” de la inflación. Por el contrario, la inflación puede tener varias causas y el exceso de circulante es una de ellas. La causalidad ampliamente aceptada es que el dinero “explica” la inflación.
Y así las cosas, vuelvo al caballero andante que por procurar, procura un vil cajero.
Ay, mi señor, los cajeros son como los molinos de viento, si no sopla…, comenta Sancho a lo que el Caballero de la triste figura apostilla: y si tiene las aspas rotas, como este, dudo que podremos pagar la próxima posada.
