¡Mucho calor! ¡Tomemos un cóctel!

Un Daiquirí, un Mojito o un Cubanito, para saciar la sed y disfrutar el verano caliente.

El cóctel, trago estrella del bar americano – nacido en París entre 1910 y 1920 – se convirtió en moda en el período de las dos guerras mundiales. En Estados Unidos se creó el bar moderno, se perfeccionó la habilidad de la mezcla y se aguzó el ingenio, al amparo de décadas donde la ley, el temor, la condena moral y la prohibición obligaron a la sociedad a encubrir las bebidas fuertes y directas.

Los primeros bares en Cuba aparecen en la calle Obispo entes de 1850. Muy de moda eran La Bolsa y La Columnata Egipcia y, al decir de la Condesa Merlín, cuando visitó el país, La Imperial, La Dominca, el Café Arillaga y el famoso Escuariza.

Ya en el siglo XX, un conocido cantinero de apellido Maragato le imprimió a la coctelería en Cuba un sello de distinción. Este señor, que laboró por más de cincuenta años detrás de una barra, muere en 1940. Comenzó en el famoso Café Tacón, donde hoy se levanta el Gran Teatro de La Habana “García Lorca” (Prado y San Rafael). Maragato, de origen español, sintió un gran amor por Cuba y se especializó en la elaboración del Daiquirí natural, como lo concibiera el ingeniero norteamericano Jennings Cox que trabajaba en las minas de Daiquirí, antigua provincia de Oriente.

Cox le dio forma a la bebida cuando se le acabó la ginebra y tuvo que entretener a unos invitados de su país. Temeroso de servir ron local a secas, Cox le añadió zumo de limón y azúcar para mejorar su sabor. Fue un ingeniero minero de origen italiano quien compartía labores con Cox, Giacomo Pagliuchi, por entonces capitán del Ejército Libertador, quien se encargó de bautizar este cóctel como Daiquirí.

Pero fue Constantino Ribalaigua Vert – popularmente conocido como Constante – de origen catalán, quien comenzó en El Floridita en 1914 y se convirtió en su propietario en 1918, al que le imprime un sello especial por la pureza de las bebidas y el excelente servicio. Fue aquí donde el Daiquirí alcanzó fama internacional. Maragato lo elaboró batido a mano, pero Constante lo preparó frapeado en la batidora. Y Ernest Hemingway lo hizo famoso, degustando en El Floridita su Daiquirí, y alternando con el Mojito en el bar del Hotel Ambos Mundos.

A continuación, compartimos recetas del Daiquirí, el Mojito y de otro cóctel cubano de fama mundial, el Cubanito.

Daiquirí (frapeado)

Ingredientes

Azúcar blanca 1 cucharada

Marrasquino 5 gotas

Zumo de limón 7,5 ml

Ron Carta Blanca 45 ml

Preparación

Batir con hielo los ingredientes, según el orden descrito, y colar en copa de cóctel helada.

Cubanito

Ingredientes

Hielo 1 cubito

Zumo de limón 7,5 ml

Sal 1 pizca

Ron Carta Blanca 45 ml

Zumo de tomate 90 ml

Preparación

Preparar en su propio vaso de 8 onzas, según el orden descrito. Revolver.

Recién graduado de la universidad, me gustaba frecuentar el Bar Las Cañitas del Hotel Habana Libre a donde acudían los estudiantes de la Universidad de La Habana a socializar – mingling, diríamos hoy – y beber lo que sus bolsillos le permitieran. Como trabajador profesional, mi salario me alcanzaba para invitar a alguna que otra estudiante, preferiblemente de la Facultad de Psicología que eran las más lindas, y tanto insistí que me casé con una de ellas, hasta el día de hoy.

Comparto la receta del que más le gustaba:

Mojito (al estilo del Bar Las Cañitas del Hotel Habana Libre)

Ingredientes

Azúcar blanca 1 cucharada

Zumo de limón 7,5 ml

Ron Carta Blanca 45 ml

Agua carbonatada 150 ml

Una ramita de hierba buena

Angostura  3 gotas

Preparación

Preparar en su propio vaso de 8 onzas, añadir el azúcar y el zumo de limón. Diluir y agregar el ron Carta Blanca y el hielo en cubos. Completar con agua. Macerar la hierba buena sin dañar las hojas. Añadir las gotas de Angostura.

Rafael Betancourt, economista, profesor universitario y entusiasta chef amateur.
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