
Cubanos deportados y en riesgo de deportación bajo el gobierno de Trump
Suman 13 las devoluciones desde distintos países de la región en lo que va de 2025, para un total de 367 repatriados, pero el fin del parole humanitario, la inhabilitación de la aplicación fronteriza CBP One, el cese del Estatus de Protección Temporal y el limbo legal de los que recibieron I-220A e I-220B ponen a miles de cubanos en riesgo de deportación.
¿Fin del parole humanitario?
El 15 de abril la jueza federal Indira Talwani paralizó temporalmente la cancelación por el Gobierno de Trump del Programa de Parole Humanitario para Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela (CHNV) establecido por la administración de Joe Biden. La jueza del Distrito de Boston —hija de inmigrantes, por cierto— decretó que los llegados de esas naciones pueden permanecer en Estados Unidos y continuar solicitando permiso de trabajo y ajuste de su estatus. Abogados del gobierno dijeron que apelarán la sentencia.
En enero, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció la eliminación gradual del Programa de Parole Humanitario, que ha permitido a ciertos migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela vivir y trabajar temporalmente en Estados Unidos. Los que llegaron bajo el amparo de esta medida tendrán hasta el 24 de abril para regularizar su estatus migratorio o enfrentar la posibilidad de ser deportados.
Hasta diciembre de 2024, el último mes completo de la presidencia de Biden, un total de 531.690 personas se habían beneficiado del programa. Esto incluye a 110.240 cubanos, 211.040 haitianos, 93.070 nicaragüenses y 117.330 venezolanos que volaron legalmente a aeropuertos estadounidenses, según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
A fines de marzo, el gobierno canceló este programa y, una vez cumplido el plazo de 30 días, el DHS puede deportar a cualquier persona que no tenga una base legal para permanecer en Estados Unidos, a menos que hayan iniciado un proceso de legalización de su estatus.
Como los cubanos son elegibles para solicitar la residencia a partir de un año de haber entrado en territorio de Estados Unidos —gracias a la Ley de Ajuste Cubano, que le otorga ese privilegio, inaplicable para otras nacionalidades—, aquellos que hayan entrado bajo parole antes de abril 2024 y hayan iniciado el proceso de cambio de status probablemente se salven de la deportación anunciada. Aun así, aproximadamente de 10.000 a 12.000 cubanos ingresaron después de esa fecha y están sujetos a ser expulsados del país.
Inhabilitada CBP One, en marcha CBP Home
La aplicación fronteriza CBP One fue de gran ayuda para cientos de miles de inmigrantes: desde enero de 2023, más de 936.500 personas la llegaron a utilizar para programar citas para presentarse en los puertos de entrada. De esa manera, podían comenzar el trámite antes de llegar al cruce fronterizo para ahorrar tiempos de espera y agilizar los procesos.
En enero pasado, el Gobierno de Trump desactivó la aplicación y canceló las citas ya previstas. En marzo, el DHS convirtió la aplicación CBP One en CBP Home. La herramienta que antes utilizaban los migrantes que solicitaban asilo en Estados Unidos, se convirtió en una aplicación en la que los migrantes pueden informar de su intención de “autodeportarse”.
“Si no lo hacen, enfrentaran las consecuencias”, dijo una vocera del DHS. “Eso incluye una multa de 998 dólares por cada día que el extranjero ilegal permanezca después de la orden final de deportación”.
Entre enero 2023 y noviembre 2024 aproximadamente 110.970 cubanos aplicaron a través de CBP One, fueron examinados y autorizados a entrar en EEUU, pero solo 11.240 finalmente fueron beneficiados con el parole, según el Center for Immigration Studies.
Ahora el gobierno está tomando medidas extremas para presionar a algunos de esos migrantes que tenían estatus legal para que opten por “autodeportarse” al cancelarles sus números de Seguridad Social. Eso les suspendería servicios financieros fundamentales como cuentas bancarias, tarjetas de crédito y beneficios gubernamentales como Medicare y Medicaid. La semana pasada, unos 6.300 migrantes fueron afectados por esta medida.
Por otro lado, el director en funciones de la Dirección de Seguridad Social (SSA, por sus siglas en inglés) acordó entregarle al DHS los nombres y direcciones de 98.000 migrantes para su posible deportación, una colaboración insólita de esta popular agencia —que brinda beneficios principalmente a estadounidenses jubilados y discapacitados— con un órgano policiaco.
Adiós a la Protección Temporal
El Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) es un beneficio migratorio transitorio que estableció el Gobierno de Estados Unidos para las personas de ciertas nacionalidades que no pueden regresar a sus países de origen de forma segura, ya sea por un conflicto armado en curso, un desastre natural u otras condiciones extraordinarias de carácter temporal.
Pocos días después de asumir la presidencia, Trump puso fin también a estas protecciones. De acuerdo con lo ordenado por la secretaria del DHS, Kristi Noem, las protecciones para unos 300.000 venezolanos beneficiarios del TPS finalizaron el 7 de abril, tras lo cual podrían ser deportados. Hay otros 250.000 —beneficiados desde 2021— que perderán su TPS en septiembre.
El 31 de marzo, un juez federal impidió temporalmente que el Gobierno de Trump termine con las protecciones de deportación para 350.000 migrantes venezolanos.
Aunque Cuba no fue oficialmente designada para el TPS, algunos de sus ciudadanos pueden haberlo obtenido por otros medios, como ser de familias de nacionalidades compuestas, por ejemplo, venezolano-cubana, pero su número es relativamente pequeño.
¿Qué cubanos corren más riesgo de deportación?
De acuerdo con datos del ICE, durante el año fiscal 2024, que concluyó el 30 de septiembre pasado, 217.615 cubanos llegaron a Estados Unidos. En octubre las autoridades fronterizas estadounidenses registraron un total de 8.261 connacionales. En los últimos cuatro años más de 860.000 migrantes de la isla entraron al territorio estadounidense.
Los cubanos con mayores posibilidades de ser deportados por la Administración Trump son los que tienen parole humanitario o que se beneficiaron por la aplicación CBP One y no han aplicado a la Ley de Ajuste Cubano. También tienen altas probabilidades los I-220B e I-220A.
El formulario I-220B es un documento para que los extranjeros soliciten una “Orden de Supervisión” que les permita mantenerse temporalmente en el país, aunque tengan una orden de deportación. Equivale a una libertad condicional. Como resultado, quienes la reciban no corren riesgo de detención, deportación o expulsión durante el tiempo que dura este proceso. Mediante el Formulario I-220B los beneficiados reciben permiso para trabajar legalmente en el país, y obtener una licencia de conducir mientras avanza su proceso.
El Formulario I-220A es una «Orden de Libertad Bajo Palabra» otorgada por el Gobierno de los EE.UU. a personas liberadas por oficiales de inmigración. Incluye requisitos y condiciones a cambio de la liberación, como asistir a audiencias en la corte de inmigración. Si un extranjero con un I-220A inicia un proceso en la corte y este no concluye de manera favorable, puede optar por la Orden de Supervisión mediante el Formulario I-220B.
El 11 de septiembre de 2023, la Junta de Apelaciones de Inmigración del Departamento de Justicia de Estados Unidos determinó que la forma I-220A se considera parole condicional y, por tanto, es legalmente distinta de la libertad bajo parole humanitario. Solo el parole humanitario permite que los cubanos ajusten su estatus migratorio según la Ley de Ajuste Cubano. Por tanto, los cubanos que han recibido la I-220A tras entrar de manera irregular por la frontera sur de Estados Unidos ahora se enfrentan a la realidad de que, al menos por el momento, no podrían solicitar la residencia a través de la referida ley.
Se estima que desde 2021 hasta principios de 2025, entre 200.000 y 500.000 cubanos recibieron el formulario I-220A, al ser puestos en libertad después de ser detenidos por el ICE.
El número exacto de cubanos que han recibido el formulario I-220B, que les permite mantenerse temporalmente en el país, aunque tengan una orden de deportación, no se conoce públicamente.
Deportaciones en el marco los acuerdos bilaterales
El pasado 27 de marzo arribó un nuevo grupo de migrantes irregulares a Cuba por vía aérea desde Estados Unidos. Fue la tercera devolución desde el inicio del segundo mandato presidencial de Donald Trump en enero del actual año. Esta vez fueron retornadas 60 personas: 55 hombres y cinco mujeres.
Según fuentes cubanas oficiales, la operación se produjo “como parte de los acuerdos migratorios bilaterales” ya existentes entre los gobiernos de Washington y La Habana. El Ministerio del Interior precisó que ya suman 13 las devoluciones desde distintos países de la región en lo que va de 2025, incluidas las dos previas realizadas desde Estados Unidos el 23 de enero y el pasado 27 de febrero. En ellas han regresado a Cuba un total de 367 personas.
En 2024 se efectuaron 93 devoluciones desde diferentes países de la región, con un total de 1.384 migrantes irregulares retornados.
En abril de 2023 se reanudaron los vuelos de deportación, principalmente para personas consideradas “inadmisibles” tras permanecer retenidas en la frontera de Estados Unidos-México.
Al concluir una ronda de conversaciones bilaterales en materia migratoria entre Cuba y EE.UU. el pasado 4 de diciembre, el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, planteó que los cubanos que han marchado hacia EE.UU. “lo hacen movidos por dos causas fundamentales: el trato privilegiado que siempre le ha otorgado EE.UU. a cualquier cubano que pretenda entrar a ese país por cualquier vía, sea regular o irregular, lo que se llama un factor de atracción, y un factor de empuje que es una política de bloqueo económico dirigida a deprimir los niveles de vida del cubano que vive en Cuba”.
“Cuba planteó preocupación por la cantidad de cubanos que están en Estados Unidos en un limbo legal —agregó—, a quienes se admitió la entrada al país norteamericano, pero no se les ha otorgado un estatus legal concreto. Para nosotros, ese es un tema importante”.
En una comparecencia reciente ante la televisión nacional, Cossío recordó que existen acuerdos migratorios entre La Habana y Washington y, por tanto, las deportaciones “tienen que hacerse en el marco de lo que establecen los acuerdos”, dijo. “Estos acuerdos incluyen compromisos como la emisión de un mínimo de 20.000 visas anuales para cubanos, la devolución a Cuba de personas interceptadas en alta mar y vuelos de deportación para aquellos que Estados Unidos considera que tienen una estancia irregular en su territorio”, aclaró. A estos individuos se les considera “inaceptables” y son devueltos a la isla bajo procedimientos establecidos.
Cossío argumentó que “resulta absurdo e injusto que Estados Unidos amenace con deportar masivamente a gran cantidad de cubanos al existir dichos acuerdos migratorios que han funcionado bien en el pasado —aunque la emisión de no menos de 20.000 visas al año no se ha cumplido en los últimos años”. Por último, reafirmó: “Nuestro país está abierto a asimilar devoluciones, pero siempre dentro de los términos acordados”.
Hasta ahora, “la casita sigue igual”. Veremos cómo se comportan las devoluciones a Cuba y las “autodeportaciones” en el futuro, pero miles de cubanos irregulares en EE.UU. corren riegSuman 13 las devoluciones desde distintos países de la región en lo que va de 2025, para un total de 367 repatriados, pero el fin del parole humanitario, la inhabilitación de la aplicación fronteriza CBP One, el cese del Estatus de Protección Temporal y el limbo legal de los que recibieron I-220A e I-220B ponen a miles de cubanos en riesgo de deportación.o de ver trastocadas sus esperanzas de rehacer sus vidas en ese país.