
Cuando se trata de cubanos, es vergonzoso. En lo que respecta a Estados Unidos, es distinto.
Hay un informe de marzo de 2024 que cita cifras rusas y afirma que 1113 estadounidenses habían luchado por Rusia desde la invasión de 2022, con al menos 491 muertos.
El mes pasado, el Miami Herald informó que “más de mil cubanos han firmado contratos para luchar por Rusia contra Ucrania y se ha confirmado la muerte de 39”. El artículo parecía informar sobre la noticia. Lo cierto es que el objetivo de ese artículo es desprestigiar a Cuba, como le gusta hacerlo al Herald. En otras palabras, hacerlos quedar mal por luchar por los odiados rusos.
¿Odiados, sin embargo, por quién?
Porque olvidaron mencionar que, en este momento, nosotros (y con “nosotros”, me refiero al pueblo estadounidense) no estamos seguros de qué lado de la guerra entre Rusia y Ucrania apoya nuestro propio presidente.
El presidente Trump ha elogiado repetidamente a Vladimir Putin en el pasado y sigue haciéndolo. U.S. News & World Report, por ejemplo, en un artículo a principios de este año, escribió: “Algo que queda claro de su relación es que Trump tiene un historial de elogiar al líder ruso, llamándolo ‘inteligente’ y ‘un líder fuerte’”.
Y si queremos ir aún más atrás, Trump le dijo a Larry King en una entrevista de octubre de 2007: “Miren a Putin, lo que está haciendo con Rusia; quiero decir, ya saben, lo que está pasando allí. Este tipo ha hecho, les guste o no, un gran trabajo en la reconstrucción de la imagen de Rusia y también en la reconstrucción de Rusia, punto”.
Sin embargo, son los mercenarios cubanos los que salen perdiendo, mientras que al presidente estadounidense, quien tiene vínculos obvios y extraños con Putin y Rusia, a nadie le parece extraño.
Además, ¿qué pasa con los mercenarios estadounidenses que luchan tanto para Ucrania como para Rusia? Y ni una palabra se menciona sobre los miles que han participado en la continua destrucción ilegal de Gaza y los palestinos…
Es imposible dar una cifra exacta de ciudadanos estadounidenses que luchan por otros países. No existe un registro oficial de estas personas. Pero permítanme mostrarles tres ejemplos:
- En febrero de 2024, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) estimaron que 23.380 ciudadanos estadounidenses servían en sus filas. Un estudio señaló que, históricamente, alrededor de 1.200 estadounidenses han servido en las FDI en algún momento. ¿Por qué no los llaman mercenarios y, especialmente en este caso, involucrados en un genocidio?
- Tras la invasión de 2022, las estimaciones de voluntarios estadounidenses que luchan por Ucrania oscilan entre “más de 1.000 y varios miles”. Muchos se unieron a la Legión Internacional para la Defensa Territorial de Ucrania, una parte formal de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
- Luego hay un informe de marzo de 2024 que cita cifras rusas y afirma que 1113 estadounidenses habían luchado por Rusia desde la invasión de 2022, con al menos 491 muertos.
Es la misma historia de siempre. Cuando lo hace Estados Unidos, no pasa nada. ¿Pero qué los cubanos luchen por Rusia? ¡Qué vergüenza! Aquí hay otro ejemplo: cuando Estados Unidos invadió Irak con falsos pretextos, supuestamente traíamos la democracia a Oriente Medio. ¡Rayos!, nos dijeron que el pueblo iraquí recibiría a las fuerzas estadounidenses con flores. ¿Cómo funcionó eso?
Pero entonces Rusia invade Ucrania (detestable), ¿y cuál fue nuestra reacción? El presidente Joe Biden describió la invasión como “no provocada e injustificada” y un “ataque brutal”. Supongo que olvidó lo que hicimos en Vietnam, Irak y muchos otros lugares.
Recientemente hemos estado expulsando a gente del mar Caribe como parte de lo que la administración Trump llama un “conflicto armado” con los cárteles de la droga venezolanos. Aún no hemos visto ninguna evidencia de esto. De hecho, Felipe Pagliery escribió recientemente que, en su opinión, Trump podría estar provocando a los venezolanos para que reaccionen contra Estados Unidos por sus actos ilegales contra supuestos ciudadanos venezolanos y buscando una excusa para invadir Venezuela.
Por cierto, esto huele a Marco Rubio y su gente.
Todo esto para decir que no tengo ni idea de por qué los cubanos lucharían por Rusia ni por qué los ciudadanos estadounidenses lucharían por cualquier otro país. La pregunta, sin embargo, es por qué cuando los cubanos lo hacen, se equivocan. Cuando lo hacen los estadounidenses, bueno, es Estados Unidos y siempre tenemos razón.
Incluso cuando nos equivocamos.
