Cien años de soledad, la serie de Netflix, se estrenó en La Habana. ¿Fiel a la novela?
Furor en la isla entre admiradores de la obra de Gabriel García Márquez con esa serie acuñada por Netflix, que no es otra que Cien años de soledad que ha comenzado a ocupar tiempo y espacio, memoria flash de por medio, en la tv hogareña durante la primera temporada.
Aunque la opinión general resulta muy satisfactoria, no faltan las críticas. Una de ellas es la de mi amigo escritor Reinaldo Montero, de la asociación cubana de la Real Academia Española (RAE).
Cuenta Reinaldo, discípulo del Nobel colombiano en uno de los talleres impartidos en Cuba, que la imagen del coronel Buendía frente al pelotón de fusilamiento no se correspondía con la literaria toda vez que debió hacerlo con los brazos semiabiertos y las manos a la cintura. No por valor ni desafío, sino por los molestos golondrinos.
Llevar Cien años… al cine era una tarea en extremo riesgosa. No pocos afamados directores se negaron a ello e incluso el propio GGM nunca estuvo muy dispuesto a tamaña aventura. Innegable el mérito para estos que la emprendieron ahora con dos de sus hijos como productores ejecutivos y centinelas de legado de su padre.
Y hay que confesar, sin pretensiones de crítico profesional, que lo esencial de la obra aparece en pantalla. Quienes más de una vez hemos leído la historia de Macondo y su familia fundadora podremos dar fe de ello.
Estamos frente a una súper producción colombiana ciento por ciento, con extraordinario empeño de producción y talento cinematográficos. Diez sobre diez para la fotografía.
Estos primeros ocho capítulos son un auténtico deleite visual y actoral de cada uno de los personajes. Desde el de menor importancia hasta esa magistral interpretación de Úrsula Iguarán, madre de Aureliano.
Aunque no soy muy dado a recomendaciones, así como hizo Amaranta al poner sus manos sobre el fuego de una hornilla, hago otro tanto para sugerir acercare a esta serie que desde sus inicios ya promete ser antológica en nuestra cinematografía latinoamericana.
Se trata, ni más ni menos, que un excelente regalo para estas Navidades a lo Macondo…