Aumentan los “buzos” cubanos en tierra

No hay un contenedor de basura en la capital cubana que reciba desde un indigente, enfermo mental o ciudadano normal en busca de algo que otros han optado por enviarlo a uno de los vertederos de la ciudad.

No hay un contenedor de basura en la capital cubana que reciba desde un indigente, enfermo mental o ciudadano normal en busca de algo que otros han optado por enviarlo a uno de los vertederos de la ciudad.

 

Aurelio Pedroso, texto y foto

Tomado de elboletín.com

9:55 am

 

Nada nuevo ni sorprendente porque sobran causas y motivos. El que no desee reconocerlo será porque es ciego o débil visual: no hay un contenedor de basura en la capital cubana que reciba, generalmente por orden de llegada, desde un indigente, enfermo mental o ciudadano normal en busca de algo que otros han optado por enviarlo a uno de los vertederos de la ciudad.

 

Imagen que a no pocos nos duele, que no es otra cosa que el fiel retrato de una profunda multi crisis porque no faltan los que hasta comida intentan encontrar en ese festival de pestilencias, moscas y hasta ratas en la noche y madrugada.

 

Hay ya todos unos expertos que, cual cazador de pulpos en la costa, llevan consigo una suerte de “bichero” para desechar lo que no les interese y capturar lo que consideren necesario.

 

Algunos parecen poseer el sentido de una visión de águila. Levantan la tapa del contenedor, si es que la tiene, y a modo de rayos x observan detenidamente cada rincón del recipiente antes de proceder a mano limpia hacia el objetivo.

 

¿Y saben qué? Parece ser contagiosa tal modalidad. Cuando paso por cerca de uno de ellos no puedo evitar lanzar una disimulada visual hacia dentro para en rápido ejercicio filosófico de análisis-síntesis intentar ubicar lo que muy pronto se llevará alguien a casa.