A ritmo de bandoneón
Nada, a ritmo indeciso entre milonga alegrita, para unos, y tango lacrimógeno, para otros, Javier Milei ha ganado las elecciones en Argentina.
A puro bandoneón, el nuevo presidente ya había puesto letra a la música: Cero Banco Nacional, el dólar a corretear por las calles, privatización de las empresas públicas, lo mismo para los Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), que para los medios de comunicación; solo habrá 8 ministerios, derogación de la actual ley de alquileres, porque no habrá otra: los precios serán fijados por los propietarios y al inquilino que no le alcance la plata a la puta calle. En cuanto a la inflación, actuará rápido y sin gradualismo cuyos resultados podrán apreciarse dentro de un par de años, según el compositor Milei. Su título, arrabalero o no, da igual: Anarcocapitalismo y punto, que algunos identifican y otros explican gráficamente como algo parecido al totalitarismo de lo privado. Vaya, la otra cara de la medalla.
Aclaro: Aunque no lo ha expresado públicamente, Milei reconoce en la intimidad que la letra tiene coautor: su amado perro Duncan, fallecido hace tiempo, pero con el que se comunica mediante sesiones espirituales conducidos por una médium.
Según fuentes cercanas, y que no puedo revelar, Duncan lleva genes de raza alemana, italiana y española, perfectamente distinguibles en sus ladridos. Cita la fuente algo de un párrafo de Mi Lucha de Adolfo, o fragmentos de la Giovinezza de Don Benito y del Cara al sol del franquismo.