
Deportaciones desde Estados Unidos durante la Gran Depresión
Las deportaciones y repatriaciones desde Estados Unidos no son nuevas. Durante la Gran Depresión tuvo lugar uno de los capítulos más masivos y menos conocidos de la historia migratoria del país.
Las deportaciones y repatriaciones desde Estados Unidos no son nuevas. Durante la Gran Depresión (especialmente entre 1929 y 1939) tuvo lugar uno de los capítulos más masivos y menos conocidos de la historia migratoria del país. Aquí están las cifras, el contexto y los grupos afectados:
Cifras Estimadas
Se estima que entre 400,000 y 2 millones de personas de ascendencia mexicana fueron deportadas, repatriadas o “alentadas” a salir de los Estados Unidos durante esta década. La cifra más citada y respaldada por investigaciones históricas modernas ronda 1.8 millones de personas, incluyendo a muchos ciudadanos estadounidenses de origen mexicano.
Decenas de miles de inmigrantes europeos (polacos, italianos, alemanes, etc.) y canadienses también fueron deportados o se vieron forzados a repatriarse, aunque en una escala mucho menor que la comunidad mexicana.
Contexto Histórico y Causas
Ante el colapso de la economía estadounidense, con una tasa de desempleo que superó el 25%, la prioridad era liberar empleos y recursos para los ciudadanos estadounidenses “blancos” (white Americans). Hubo una campaña masiva de presión pública y mediática que culpó a los inmigrantes por la falta de trabajo y la carga en los programas de ayuda social.
No todas las salidas fueron deportaciones formales. Muchas fueron “repatriaciones voluntarias” organizadas y financiadas por gobiernos locales (ciudades y condados) y agencias de caridad, que a menudo coaccionaron o presionaron a las familias para que se fueran, prometiéndoles transporte y ayuda que rara vez se materializaba por completo. Constituyeron algunos de los programas de “Repatriación”.
La comunidad mexicana fue el objetivo principal debido a su proximidad geográfica, su visibilidad en trabajos agrícolas e industriales, y el color de su piel, lo que los convertía en un chivo expiatorio fácil en una sociedad racialmente segregada.

Grupos Afectados
Los inmigrantes mexicanos indocumentados eran el objetivo principal de las redadas y deportaciones formales. Muchos inmigrantes mexicanos legales fueron presionados para que se fueran “voluntariamente” o perdieron su estatus legal.
Se estima que entre el 40% y el 60% de los deportados/repatriados eran en realidad ciudadanos estadounidenses por nacimiento (hijos de inmigrantes mexicanos), o ciudadanos estadounidenses de ascendencia mexicana. Sus derechos constitucionales fueron violados masivamente. Esta fue una deportación masiva de ciudadanos estadounidenses.

Métodos y Legalidad
Las autoridades organizaron redadas (raids) en las que allanaban espacios públicos, vecindarios y lugares de trabajo para arrestar a personas que “parecían mexicanas” (racial profiling). No se requería evidencia de estatus migratorio. Se empleó presión económica y social al negarle la ayuda social (como comida o dinero) a familias mexicanas a menos que aceptaran ser repatriadas. Hubo total ausencia de debido proceso: en la inmensa mayoría de los casos, no hubo audiencias judiciales, órdenes de deportación revisadas por un juez ni oportunidad de apelación. Era una remoción extrajudicial.
Reconocimiento oficial y legado
El estado de California fue el primero en disculparse oficialmente por las “deportaciones ilegales y violatorias de derechos civiles básicos” durante la década de 1930. En 2005 promulgó la Ley de “Apología Oficial”. Durante el gobierno de Barack Obama el Congreso aprobó la Ley de “Apología Oficial” Federal (2015), mediante la cual el gobierno de EE.UU. expresó formalmente “pesar por las deportaciones de ciudadanos estadounidenses y legales residentes de ascendencia mexicana” durante la Gran Depresión. Sin embargo, no ha habido ninguna compensación: Hasta la fecha, las disculpas no han venido acompañadas de compensación económica para las víctimas o sus descendientes.

Los programas de “Salida Voluntaria” de Estados Unidos bajo Trump
El gobierno de Donald Trump ha anunciado programas que permiten a migrantes indocumentados o en proceso de deportación salir de EE.UU. por su propia cuenta, evitando consecuencias legales severas como multas, prohibiciones de reingreso o detención.
El programa de Voluntary Departure comprende un acuerdo legal donde el migrante acepta salir de EE.UU. de manera voluntaria en un plazo determinado (ej: 30-120 días) bajo supervisión de una corte de inmigración o ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas). Según anuncias, las ventajas para un inmigrante de acogerse a ese programa incluyen evitar una orden de deportación formal en su registro y que puede reducir el tiempo de prohibición de reingreso a EE.UU. en comparación con una deportación forzada.
Entre las desventajas están que, si no se cumple el plazo de salida, se emite una orden de deportación automática con sanciones más graves. Puede enfrentar multas y prohibiciones de reingreso a EE.UU. por 10 años o más.
Fuentes:
Balderrama, F.E. & Rodríguez, R. (1995) Decade of Betrayal: Mexican Repatriation in the 1930s); Hoffman, A. (1974) Mexican Repatriation during the Great Depression. JSTOR.
US Department of Justice (EOIR Voluntary Departure): EOIR – Manual de la Corte de Inmigración.
USCIS – Glossary “Voluntary Departure”.
