Una buena propuesta. Lo cierto, lo falso y las preguntas correctas.
Por Julio Carranza
Un compañero ha propuesto que se realice una reunión con economistas cubanos, con compromiso y autoridad profesional, para discutir en profundidad el problema de la inflación. Buena idea, porque la verdad, dicho con toda humildad, que las explicaciones que se dan y las medidas que se toman al respecto, no asumen y menos van a las causas de esta prolongada y muy peligrosa situación, la evidencia?, el problema no solo continúa, se agrava.
Entre otras cosas se dice “hay que producir más”!, obvio qué hay que producir más!, pero la pregunta correcta para un economista y para la economía sería: cómo producir más?! y eso lleva al área crítica y medular donde muy lejos está aún la respuesta acertada, o sea, vuelvo a insistir, a una reforma profunda, integral y socialista de la economía, empezando por la reforma de la empresa estatal, no tendría que repetir que no para que deje de ser estatal (pública), sino para que deje de ser ineficiente y con ella todo el resto de las relaciones, actores y dimensiones de la economía, o sea integral!, la economía, la sociedad, es el todo y no solo una de sus partes, es un sistema complejo y así debe ser tratado. Sobre eso hemos escrito en extenso, disponibles e ignorados están los textos y propuestas de muchos economistas.
Anticipada y paralelamente un programa antiinflacionario integral: por el lado de la oferta, por el lado de la demanda y con una política cambiaria, montería y fiscal acertadas, que saque a la economía del caos monetario y cambiario en el que se encuentra hoy, ¡después del “ordenamiento”!
¿Que el bloqueo es genocida, hace mucho daño y debe ser permanente denunciado?, cierto.
¿Qué hay una situación crítica en la economía mundial con consecuencias para Cuba?, cierto. ¿Que las ilegalidades dañan y deben ser enfrentadas?, cierto. Pero que: ¿esos flagelos explican y determinan total y esencialmente los problemas, insuficiencias e ineficiencias de la economía cubana? Falso.
Es mucho lo que se puede hacer y avanzar todavía, a pesar de todas las adversidades y agresiones que sufre la nación, cambiar esas no dependen del país; reestructurar bien, integral y aceleradamente en el sentido adecuado sí depende del país.
Se debe actuar sobre la realidad, no sobre la ficción a la que da lugar una referencia no objetivada de la situación, son los números, los datos, los que deben definir el relato y de ahí a la transformación.
El tiempo es una variable crítica.