
Un gran músico cubano pasó a la historia: Rolando Lozano
Rolando Lozano (1931-2025) comenzó su carrera profesional en Cuba a finales de la década de 1940 y principios de los 50 como flautista de la Orquesta Aragón. En 1957 Lozano se trasladó primero a Chicago y después a Los Ángeles y comenzó su carrera como músico de jazz latino en la costa oeste. Mongo Santamaría calificó a Lozano como “el mejor flautista cubano en los Estados Unidos”.
Un renombrado músico de Jazz, el gran flautista Rolando Lozano (1931-2024), falleció este 19 de mayo de, 2025 a la edad de 94 años. Lozano comenzó su carrera profesional en Cuba a finales de la década de 1940 y principios de los 50 como flautista de la Orquesta Aragón, la famosa orquesta de charanga de Cienfuegos. La charanga es una agrupación cubana compuesta de flauta, violines, doble bajo, piano, timbales, güira y voces. Las charangas tocaron música cubana al principio del siglo XX y se hicieron famosas con el auge del cha-cha-chá en los años 1950. Lozano sobresalió en algunos de los primeros éxitos que lanzaron a la Aragón a la fama nacional, incluyendo “Pare cochero,” “Tres lindas cubanas,” y “Agua de clavelito.” Era la época en que sociedades bailables de barrio como Galatea, Havana Sport y la ahora famosa Buena Vista Social Club acaparaban el escenario.
Lozano fue un multi-instrumentalista que tocaba piano, clarinete y flauta. Un maestro de la flauta de cinco llaves, Lozano lograba un sonido pleno, rotundo, tocando con facilidad las claves agudas. Él “vivía en la estratósfera,” como lo describe otro fabuloso flautista, su hijo Danilo, profesor de música de Whittier College y dos veces ganador del Premio Grammy de Flauta. Rolando Lozano utilizaba frases rítmicas callejeras pegajosas en sus inspiraciones. Sus agudos “pitazos” se convirtieron en sonidos sinónimos de la Aragón. Escuchar a Lozano era como sentir el llamado de un tambor quinto en una orquesta rumbera callejera.

Después de una temporada con la Aragón Lozano se estableció en México en 1954 donde toco con la Orquesta América de Mondéjar y su sonido se puede escuchar en cinco emblemáticos filmes exóticos rumberos, incluyendo Club de señoritas y Las viudas del chachachá, protagonizados por la vedette Ninón Sevilla.
En 1957 Lozano se trasladó primero a Chicago y después a Los Ángeles donde comenzó su carrera como músico de jazz latino en la costa oeste. Tocó su flauta de cinco llaves en los álbumes Latin Satin, Latin Lace, y Latin Rendezvous de George Shearing y grabó con Cal Tjader el LP Latino. Lozano fue clave en el desarrollo de la tradición de la charanga en Estados Unidos. Ayudó a crear la primera charanga en ese país, la Orquesta Nuevo Ritmo, que acompañó a la primera actuación de Celia Cruz en Los Ángeles en 1958. La Nuevo Ritmo se convirtió en La Sabrosa cuando Mongo Santamaría, que calificó a Lozano como “el mejor flautista cubano en los Estados Unidos”, asumió como líder de la banda en 1962.
Después de establecerse en el barrio de Boyle Heights de Los Ángeles, Lozano condujo otra charanga, la Típica Antillana, en Los Ángeles; tocó alto saxofón (!) en la René Bloch Big Band; grabó con Tito Puente y Francisco Aguabella y tocó piano en varios centros nocturnos de la ciudad.
¡Requiescat in pace, maestro de la flauta Rolando Lozano!
Puedes disfrutar del sonido “estratosférico” de Lozano en la grabación de “El continental” por Cal Tjader en el álbum Latino
Raúl Fernández, Profesor Emeritus, UC Irvine. Autor de Ontología del Son, La Habana: Editorial Letras Cubanas, 2018.