
Sobre la marcha de la economía y las transformaciones
Un comentario impostergable
Mientras las evidencias de todo tipo muestran cómo se sigue deteriorando la situación económica y social del país, por un lado, se sigue “midiendo y analizando” at infinitum, sin acciones efectivas; por otro lado, no se acaba de asumir una visión integral de la reforma, se siguen agregando medidas desconectadas de muy dudosos resultados, sin que se aprecie un planteamiento estratégico y, finalmente, se sigue subestimando el tiempo.
A propósito de las informaciones oficiales aparecidas en los medios sobre el último Consejo de Ministros, creo necesario expresar mi opinión.
No quisiéramos que se interprete que desconocemos la alta complejidad de la situación, el tremendo impacto de la agresión económica de la actual administración estadounidense y el esfuerzo que hace el Gobierno para enfrentar todo esto.
Sin embargo, mientras las evidencias de todo tipo —estadísticas y visuales— muestran cómo se sigue deteriorando la situación económica y social del país, por un lado, se sigue “midiendo y analizando” ad infinitum, sin acciones efectivas; por otro lado, no se acaba de asumir una visión integral de la reforma, se siguen agregando medidas desconectadas de muy dudosos resultados, sin que se aprecie un planteamiento estratégico y, finalmente, se sigue subestimando el tiempo.
El país debe tener un claro plan de transformaciones integrales y estratégicas y un horizonte de salida de esta situación. ¿Dónde está eso? Nuestra consideración es que no solo es posible, sino que es imprescindible. Sobre esto hemos escrito y publicado en extenso.
Es mucho lo que se puede avanzar, a pesar de la dura agresión económica: la alternativa en pleno siglo xxi y después de 66 años de Revolución vuelve a ser el Zanjón o Baraguá, pero Baraguá no es solo un grito o una consigna, es un accionar estratégico, firme y viable, es transformar todo lo que haya que transformar, sin pausa y con prisa.
Claro que es positivo que se establezcan mejores relaciones de cooperación con importantes socios como Rusia, que se materialice la integración a los BRICS, etc. Es parte importante de lo que hay que hacer, pero nada de eso es suficiente, si no se transforma lo que se debe transformar aquí y ahora. No se debe caer en ilusiones vanas.
Es lo que responsable y humildemente opino de esto y lo que, junto a otros economistas, hemos argumentado por años. Por cierto, nunca hemos sido consultados, a pesar del probado compromiso, no porque tengamos toda la razón, obviamente no, pero sí porque tenemos mucho que aportar y debatir. Ahí y así vamos.
Recuadro
EN CONTEXTO
En días pasados sesionó la reunión del Consejo de Ministros correspondiente a marzo, donde se analizó el curso del “Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía”.
Entre los temas que publicó el diario Granma, destaca la intervención de la viceministra primera de Economía y Planificación, Mildrey Granadillo de la Torre, quien informó sobre la propuesta operacional del mercado cambiario, que concibe la transformación del manejo de los tipos de cambio oficiales, y además señaló que se profundiza en sus riesgos y consecuencias.
El ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, al presentar el comportamiento de la economía al cierre de febrero, indicó que ha mantenido ritmos de ejecución lentos, al tiempo que reconoció que las exportaciones de bienes no alcanzan lo planificado, como tampoco los ingresos por el turismo ni las telecomunicaciones.
Sobre el sistema empresarial, Alonso Vázquez afirmó que las utilidades crecen; no obstante, se contabilizan 316 empresas que cierran con pérdidas.
El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, consideró que “hay que pasar a otra etapa, en la cual se profundice en aquellos aspectos subjetivos”, mientras que el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Oscar Pérez-Oliva Fraga, informó que 13 organismos y entidades reportaron afectaciones económicas en la ejecución de sus operaciones de comercio exterior.