Los cubanos del exterior ya no viajan a la isla: el desplome del turismo VFR en Cuba

El turismo en Cuba atraviesa una crisis profunda desde la pandemia de COVID-19 que no muestra signos de recuperación. En este contexto, las estadísticas de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) sugieren que el año 2025 continúa con una tendencia decreciente en el número de visitantes internacionales a la isla. 

Según los datos oficiales, en los primeros cuatro meses del año llegaron al país 282,983 visitantes internacionales menos que en el mismo período del año anterior (ONEI, 2025). Más preocupante aún es que, al comparar con 2019 —último año antes de la pandemia—, la isla recibió en ese mismo lapso 1,187,000 turistas menos. Uno de los segmentos más impactados por esta crisis es el VFR (Viajes para visitar familiares y amigos). Aunque en las estadísticas oficiales cubanas no se registra explícitamente esta categoría como motivo de viaje, sí aparece bajo el rótulo de “Cubanos residentes en el exterior” dentro de los mercados emisores, llegando a representar el 15% de los viajeros internacionales a Cuba en 2019.

Turismo VFR. Importancia a nivel global

El segmento VFR (Visiting Friends and Relatives en inglés), según la definición de la Organización Mundial del Turismo (OMT), comprende aquellos viajes cuyo propósito principal es visitar a amigos o familiares. Este tipo de turismo se distingue por tener una motivación predominantemente afectiva y social, más que económica o recreativa, y suele estar relacionado con redes personales o comunitarias, incluyendo migraciones pasadas o lazos étnicos.

A diferencia del turismo convencional, los viajeros VFR no siempre recurren a alojamientos comerciales, ya que a menudo se hospedan en viviendas particulares. Esta característica puede conducir a un subregistro en las estadísticas oficiales, lo que invisibiliza parcialmente su contribución económica al destino. El turismo VFR es ampliamente reconocido como una forma significativa de movilidad turística a nivel mundial. De hecho, probablemente sea una de las formas más antiguas de viaje, ya que visitar a familiares y amigos ha tenido históricamente un alto valor social. A nivel global, la OMT estimaba en 2019 que aproximadamente el 28% de los viajeros internacionales realizaba este tipo de desplazamientos como uno de los principales motivos de su viaje (Figura 1).

Figura 1. Turismo internacional por motivaciones de viaje (2019) a nivel global

Fuente: ONU Turismo 2020

En el caso de las estadísticas cubanas, desde una perspectiva metodológica, resulta imprescindible comenzar a clasificar a la comunidad cubana residente en el exterior como un segmento turístico específico que debe ser considerado, no solo en términos de volumen absoluto de visitantes, sino también por su impacto en la economía cubana. Un ejemplo de esta omisión se observa en las estadísticas turísticas publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), que no identifican explícitamente el segmento VFR dentro de las motivaciones de viaje (Figura 2). Sin embargo, un análisis de los datos sugiere que este grupo es clasificado dentro del turismo de Ocio, Recreación y Vacaciones.
Figura 2. Llegada de visitantes a Cuba por motivos de viaje (2022 – 2023)

Fuente: ONEI 2023

El segmento VFR presenta necesidades y comportamientos distintos a los del turista canadiense, británico o ruso, por lo que resulta fundamental que los destinos diseñen estrategias específicas orientadas a este tipo de visitante. Y aunque las cifras de cubanos residentes en el exterior que visitan Cuba si son desglosadas y publicadas por la ONEI, es un elemento que no debe ignorarse desde el punto de vista metodológico.

Figura 3. Principales países emisores del turismo a Cuba (2024)

Fuente: ONEI (2025)

El segmento VFR presenta necesidades y comportamientos distintos a los del turista canadiense, británico o ruso, por lo que resulta fundamental que los destinos diseñen estrategias específicas orientadas a este tipo de visitante.

Dicho esto, ¿qué tan importante resulta el mercado VFR para el turismo cubano?

Las cifras estadísticas muestran que la diáspora cubana constituye el segundo mercado más importante para el turismo en la isla. Un análisis de los datos históricos —disponibles para este segmento únicamente a partir de 2010 en las bases de datos de la Organización Mundial del Turismo— revela que, desde 2015, la importancia del segmento VFR en los resultados del sector turístico cubano fue en aumento. Esta tendencia alcanzó un récord en 2019, cuando más de 623 mil cubanos residentes en el exterior visitaron la isla, representando aproximadamente el 15% del total de visitantes internacionales. De hecho, este grupo se consolidó como uno de los principales segmentos emisores de turismo hacia Cuba.

Figura 4. Segmento VFR en el turismo cubano

Fuente: OMT (2022); ONEI (2025)

Sin embargo, desde la pandemia de COVID-19, el volumen de visitantes perteneciente a este segmento no se ha recuperado, evidenciado en las cifras oficiales. Desde 2020, el comportamiento del segmento de cubanos residentes en el exterior ha estado marcado por fuertes fluctuaciones, reflejo del impacto de la pandemia y de una recuperación parcial posterior. En 2020, aunque el número absoluto de visitantes disminuyó debido a las restricciones globales de movilidad. Sin embargo, en 2021 se produjo una caída abrupta tanto en términos absolutos como relativos, registrándose el nivel más bajo del período. A partir de 2022 se observa una recuperación progresiva: las llegadas aumentaron en 2022 y 2023, aunque los valores alcanzados en este mercado se mantuvieron por debajo de las llegadas en 2010, cuando comienzan a reportarse estos datos. El 2025, por lo pronto, no da signos de recuperación tampoco. Durante el período enero-abril de 2025, este segmento mostró una fuerte disminución, con apenas 78,925 llegadas, lo que equivale al 41.56% del total registrado en el mismo período de 2019.

Entender el mercado, la clave fundamental

Uno de los elementos fundamentales a considerar es la estrecha relación entre el desempeño del segmento VFR y los flujos turísticos procedentes de este mercado emisor. Aunque la diáspora cubana está distribuida en distintas regiones del mundo, el mayor volumen de visitantes de este segmento proviene de los Estados Unidos. Según datos publicados por Spadoni, en 2019 aproximadamente el 89% de los viajeros del segmento VFR residían en ese país. A pesar de la caída en los volúmenes absolutos de visitantes desde ese año —con la excepción de 2021—, la proporción de cubanoamericanos dentro del segmento se ha mantenido relativamente estable.

Figura 5. Arribos de Visitantes Cubanos Residentes en el Exterior y Estados Unidos (2019 – 2024)

Estos datos sugieren que, salvo transformaciones estructurales en el mercado, la evolución del turismo VFR estará estrechamente vinculada al comportamiento del flujo de cubanos residentes en Estados Unidos. Este patrón, además, no es exclusivo del caso cubano. Como señala Jackson (1990), el turismo de visitas a familiares y amigos está condicionado en gran medida por los flujos migratorios globales. Por tanto, el hecho de que más del 80% de los viajeros VFR a Cuba provengan de Estados Unidos —país que concentra la mayor parte de la emigración cubana— no constituye una excepción, sino una manifestación típica de esta dinámica. Durante los primeros cuatro meses del 2025 la tendencia al decrecimiento del segmento VFR se mantiene. Esta caída es especialmente severa entre los procedentes de Estados Unidos, con una reducción superior al 63% si se toman como base los valores en igual periodo del 2019 (Figura 6).

Figura 6. Arribos de Visitantes Cubanos Residentes en el Exterior (Enero – Abril)

Fuente: ONEI (2025)
¿Qué depara el futuro?

El panorama inmediato no ofrece señales claras de recuperación para el turismo en Cuba. Uno de los principales obstáculos estructurales que enfrenta un territorio insular como Cuba es la alta dependencia de la conectividad aérea. Este factor adquiere mayor relevancia en un contexto marcado por el deterioro de las relaciones entre las administraciones de Estados Unidos y Cuba, que atraviesan uno de sus momentos más tensos en décadas, cuando se percibe una reducción progresiva de las operaciones aéreas hacia la isla por parte de varias aerolíneas.

La semana pasada, American Airlines solicitó una exención temporal para disminuir aún más sus vuelos a Cuba durante el verano de 2025, alegando “mayores desafíos para la recuperación de la demanda de pasajeros entre EE. UU. y Cuba”. La medida incluye la reducción de frecuencias en la ruta Miami–La Habana y la suspensión temporal del servicio entre Miami y Santiago de Cuba. La aerolínea argumenta que esta decisión responde a la baja demanda, la limitada disponibilidad de aeronaves y las condiciones adversas del mercado.

Entre los factores que explican este descenso se encuentran el desinterés de ciertos visitantes, la reducción de vuelos utilizados por cubanoamericanos, nuevas restricciones migratorias en Estados Unidos, así como deficiencias persistentes en la infraestructura aeroportuaria de la isla. Otras aerolíneas europeas, como Edelweiss y Cóndor, también han cancelado sus rutas a Cuba, aduciendo razones similares.

Del mismo modo, no puede pasarse por alto que la compleja situación económica y social que atraviesa Cuba influye negativamente en las intenciones de viaje. El estado crítico del sistema eléctrico nacional, los altos niveles de inflación, el deterioro progresivo de la infraestructura turística, así como la profunda crisis económica que enfrenta el país —frecuentemente destacada en los medios internacionales y transmitida boca a boca o de forma virtual por los visitantes a la isla— afectan directamente la imagen del destino Cuba. Aunque actualmente no existen estudios específicos que evalúen el sentimiento del viajero hacia el destino, como ocurre en otros países, estos factores sugieren la necesidad de una investigación más profunda, tanto desde el ámbito académico como desde el sector turístico. Explorar estas percepciones podría contribuir a identificar estrategias y alternativas ante la crisis multidimensional que afecta al país.

Dr. Ernesto Batista Sánchez.