Ganó Daniel Noboa y prolonga el ciclo de derecha en Ecuador (+English)
Por Gustavo Veiga / Página 12
Un producto genuino del establishment, Daniel Noboa, ganó las elecciones presidenciales de Ecuador. A los 35 años se dio el gusto que no pudo su padre Álvaro, el hombre más rico del país que fracasó en cinco intentos para acceder al gobierno. Luisa González, la candidata cercana a Rafael Correa, no revirtió la tendencia ligeramente favorable al empresario en las encuestas. Pero consolidó un piso de adhesión a futuro, que lejos quedó de los discursos derechistas tendientes a vaticinar el fin del progresismo. El empresario formado en Administración de Negocios por la Universidad de Nueva York superó a su adversaria, la abogada y ex asambleísta como él, por un porcentaje que se ubicó alrededor del 4,5 por ciento de los votos. Con el 90,9 de los sufragios escrutados por el sistema electrónico, los resultados solo iban modificándose por centésimas (52,25 a 47,75 % a esa altura) y le permitieron a Noboa llegar al Palacio Carondelet.
En el breve mandato que deberá completar del presidente saliente, Guillermo Lasso –se iniciará el 25 de noviembre y finalizará el 24 de mayo de 2025 – tendrá que resolver problemas de una complejidad acuciante. Van desde la recuperación de territorios donde los cárteles del narcotráfico se mueven como estados paralelos hasta la cuestión del empleo y la inserción de los jóvenes en el mercado laboral. Acaso en el voto de este grupo etario a su candidatura se explique una parte de su éxito. Pasó de ser un aspirante marginal a la presidencia antes de la primera vuelta, a un postulante que debía tomarse en serio. Una de esas piezas de recambio que siempre tienen a mano las élites en los países de nuestra región.
Ecuador vivió una jornada política sin irregularidades o hechos negativos que destacar, como le explicó a Página/12 el vicepresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Enrique Pita: “El proceso se desarrolló de manera pacífica, sin contratiempos significativos que pudieran alarmar a la ciudadanía respecto a incidentes que afectaran la transparencia del mismo”. Los comicios y la tranquilidad que los rodeó, no se compadecen de la actualidad violenta que atraviesa el país, con parámetros de criminalidad que aumentan día a día y se perciben con nitidez en regiones como el norte fronterizo con Colombia o la costa del Pacífico.
Los analistas de la elección señalaron que Noboa supo “conectar con la juventud”, aunque ahora, ya como presidente electo y no como candidato a serlo, deberá cumplir las promesas que les hizo a quienes cursan la enseñanza media o estudian en la universidad. González, anticipándose a lo que viene, le recordó ese compromiso al vencedor después de felicitarlo por la victoria. “La seriedad ante el pueblo ecuatoriano es lo primero, el hecho de cómo se hace política. El pueblo escuchó que el 100 por ciento de los graduados del bachillerato van a tener cupo en la universidad, como que a los jubilados les ofreció darles los 450 dólares de jubilación mínima”, dijo la candidata de Revolución Ciudadana.
El nuevo presidente sacó provecho de un país polarizado que se expresó en las urnas entre dos opciones posibles. Una identidad partidaria consolidada como la del correísmo, que se presentó casi sin aliados y las diferentes expresiones de la derecha que se auto-perciben como los adalides anti-corrupción y partidarios de la mano dura contra el delito. En las principales cadenas de TV que siguieron el desenlace de los comicios, se mencionó si Noboa no podría tomar la propuesta de Jan Topic, uno de los candidatos que se presentó a la primera vuelta.
El personaje tiene puntos en común con el nuevo presidente. Los dos son millonarios y jóvenes, les interesa el mundo de las finanzas- Topic es economista- pero a diferencia de Noboa, el hombre que se presentó en agosto como líder de la alianza por Un país sin miedo, tiene antecedentes militares, irrumpió en la escena política con su dialéctica de mano dura y bajo el apelativo del Rambo ecuatoriano. En Topic, el flamante mandatario podría tener un aliado.
Noboa tiene una curiosidad adicional que es relativa a su origen. Este año modificó en su CV que había nacido en Guayaquil el 30 de noviembre de 1987. O sea, cinco días después de asumir cumplirá los 36 años. El empresario, según sus propias palabras, en realidad nació en Miami. Referente módico de la coalición Acción Democrática Nacional (ADN), antes de acceder a la primera vuelta apenas se le auguraba un 4% de los votos que lo ubicaban por detrás de otros cinco candidatos. Sus chances de alcanzar el segundo turno parecían desvanecerse aunque ocurrió lo imprevisible en un país fraccionado y golpeado por un montón de circunstancias político-sociales. Alcanzó un inesperado 23,4% que duplicó y más en el ballottage, donde superó por poco el 52 por ciento. Un progreso electoral meteórico que se entiende por la diferencia de votos que sacó en la provincia de Pichincha – la segunda del padrón electoral – donde reside esta capital y en otras menores del interior del país. Venció, incluso, en las Islas Galápagos, donde hay más o menos la misma cantidad de habitantes que dragones de Komodo.
En Pichincha, Noboa superó a González por el 60,25 al 39,75 de los votos, pero lo más curioso es que en el principal distrito por la cantidad de electores, Guayas, donde se ubica la ciudad más poblada del país, Guayaquil, la aspirante al gobierno de revolución Ciudadana venció por el 51,75 al 48,29 %. Y además, en el tercer distrito de Ecuador, que es Manabí, la distancia a favor de González fue más grande que la de Noboa en Pichincha: el 69,64 frente al 34,36 por ciento.
El presidente electo declaró apenas fue reconocido ganador que “agradecía” a quienes apoyaron su proyecto de país, un proyecto que en sus mismas palabras es “joven, y nuevo” y era “improbable” en agosto pasado cuando se metió en la segunda vuelta. También le agradeció a su esposa, Lavinia Valbonesi, a su padre, el empresario que hizo de la exportación de bananas la piedra basal del hólding familiar y tampoco faltó en su discurso improvisado y ya como jefe de Estado su gratitud a Dios. “El fin de este proyecto es devolverle una sonrisa al país, devolverle la paz, devolverle educación a su juventud, poderle devolver el empleo a la cantidad de personas que hoy lo están buscando…” Frases que con el tiempo se le podrían volver en contra, como viene sucediendo en circunstancias semejantes en otras naciones de la región, donde lo nuevo terminó siendo lo viejo.
Noboa eligió su lugar en el mundo en las bellas playas de Olón, en la provincia costera de Santa Elena donde había votado y dónde festejó en medio de un espectáculo de fuegos artificiales, para decir sus primeras palabras. Vestía remera blanca, una parecida a la que lució en campaña bajo su chaleco antibalas, el símbolo más fuerte de un país donde la vida vale muy poco, sumergido como está en una pesadilla de violencia que creció a índices pavorosos en los últimos años.
La participación ciudadana en la elección tal vez resulte el primer antídoto contra esa epidemia de narcos, mafias, bandas locales y enfrentamientos cotidianos a mano armada. Sobre un padrón de 12.394.574 electores, se presentaron a votar 10.318.643. La diferencia entre las dos cifras que quizás hubiera arrojado otro resultado en los comicios – aunque es contrafáctico – elevó la cantidad de ausentes a 2.075.931 ciudadanos. Son los que se arriesgaron a ser multados o perder sus derechos a realizar trámites en el sector público porque no contarán con el certificado que acredite su presencia en la votación.
Ecuador en un año y medio volverá a ir a las urnas. Noboa tiene apenas ese tiempo para empezar a resolver los graves conflictos que atraviesa este país de la comunidad andina que completan Colombia, Perú y Bolivia.
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English translation:
Daniel Noboa won prolonging the right-wing cycle in Ecuador
A genuine product of the establishment, Daniel Noboa, won Ecuador’s presidential election. At the age of 35, he had the pleasure that his father Álvaro, the richest man in the country, who failed in five attempts and could not gain access to the government. Luisa González, the candidate close to Rafael Correa, did not reverse the slightly favorable trend for the businessman in the polls. But she consolidated a level of support for the future, which was far from the right-wing discourses that tended to predict the end of progressivism. The businessman trained in Business Administration from New York University surpassed his opponent, the lawyer and former assembly member like him, by a percentage that was around 4.5 percent of the votes. With 90.9 percent of the votes counted by the electronic system, the results only changed by hundredths (52.25 to 47.75% at that point) and allowed Noboa to reach the Carondelet Palace.
In the short term he will complete for outgoing president Guillermo Lasso – beginning November 25 and ending on May 24, 2025 – he will have to solve problems of pressing complexity. They range from the recovery of territories where drug trafficking cartels move as parallel states, to the issue of employment and the insertion of young people into the labor market. Perhaps part of his success is explained by the vote of this age group for his candidacy. He went from being a marginal candidate for the presidency before the first round to a candidate who should be taken seriously. One of those spare parts that the elites in the countries of our region always have on hand.
Ecuador experienced a political day without irregularities or negative events to highlight, as the vice president of the National Electoral Council (CNE), Enrique Pita, explained to Página/12: “The process developed peacefully, without significant setbacks that could alarm the citizenship regarding incidents that affect its transparency.” The elections and the tranquility that surrounded them do not commiserate with the current violent situation that the country is going through, with crime parameters that increase day by day and are clearly perceived in regions such as the northern border with Colombia or the Pacific coast.
Election analysts pointed out that Noboa knew how to “connect with the youth,” although now, as president-elect and not as a candidate, he must fulfill the promises he made to those who attend high school or study at the university. González, anticipating what is to come, reminded the winner of that commitment after congratulating him on the victory. “Seriousness before the Ecuadorian people is the first thing, the fact of how politics is done. The people heard that 100 percent of high school graduates will have a place at the university, and that retirees were offered a minimum pension of $450,” said the Citizen Revolution candidate.
The new president took advantage of a polarized country that expressed itself at the polls between two possible options. A consolidated party identity like that of Correism, which presented itself almost without allies, and the different expressions of the right that perceive themselves as anti-corruption champions and supporters of a tough line against crime. On the main TV networks that followed the outcome of the elections, debated was whether Noboa might take on the proposal of Jan Topic, one of the candidates who ran in the first round.
Topic has points in common with the new president. They are both millionaires and young, they are interested in the world of finance – Topic is an economist – but unlike Noboa, the man who presented himself in August as leader of the alliance for ‘A country without fear,’ has a military background, burst into the political scene with its heavy-handed dialectic and under the nickname of the Ecuadorian Rambo. In Topic, the new president could have an ally.
Noboa has an additional curiosity that is related to his origin. This year he modified his CV to having been born in Guayaquil on November 30, 1987. That is, five days after taking office he will turn 36 years old. The businessman, according to his own words, was actually born in Miami. A moderate representative of the National Democratic Action (ADN) coalition, before entering the first round he was only predicted to have 4% of the votes, which placed him behind five other candidates. His chances of reaching the second round seemed to fade although the unforeseeable happened in a country that was divided and hit by political-social circumstances. He reached an unexpected 23.4%, which he more than doubled in the runoff, where he barely surpassed 52 percent. A meteoric electoral progress that is understood by the difference in votes that he obtained in the province of Pichincha – the second largest on the electoral roll – where this capital resides, and in other minor ones in the interior of the country. He even won in the Galapagos Islands, where there are more or less the same number of inhabitants as there are Komodo dragons.
In Pichincha, Noboa surpassed González by 60.25% to 39.75% of the votes. The most curious thing is that in the largest voting district, Guayas, where Guayaquil, the most populated city in the country is located, the candidate for the Citizen Revolution party won by a margin of 51.75% to 48.29%. And furthermore, in the third district of Ecuador, Manabí, those favoring González was greater than that of Noboa in Pichincha: 69.64% compared to 34.36%.
As soon as he was recognized as the winner, the president-elect said that he “thanked” those who supported his country project, a project that in his own words is “young, and new” and was “unlikely” last August when he entered the second round. He also thanked his wife, Lavinia Valbonesi, his father, the businessman who made the export of bananas the cornerstone of the family holding, and in his improvised speech as head of state, he thanked God and added that “The purpose of this project is to restore a smile to the country, restore peace, restore education to its youth, to be able to restore employment to the number of people who are looking for it today…” Phrases that can turn against you over time, as has been happening in similar circumstances in other nations in the region, where the new ended up being the old.
Noboa chose his place in the world on the beautiful beaches of Olón, in the coastal province of Santa Elena, where he had voted and where he celebrated in the middle of a fireworks show, to say his first words. He was wearing a white T-shirt, one similar to the one he wore during the campaign under his bulletproof vest, the strongest symbol of a country where life is worth very little, immersed as it is in a nightmare of violence that has grown at terrifying rates in recent years.
Citizen participation in the election may be the first antidote to this epidemic of drug traffickers, mafias, local gangs and daily armed confrontations. Out of a register of 12,394,574 voters, 10,318,643 showed up to vote. The difference between the two figures that perhaps would have produced a different result in the elections – although it is counterfactual – raised the number of absentees to 2,075,931 citizens. They are the ones who risked being fined or losing their rights to carry out procedures in the public sector because they will not have the certificate proving their presence at the voting precincts.
Ecuador in a year and a half will go to the polls again. Noboa has just that much time to begin to resolve the serious conflicts that this country of the Andean community comprised of Colombia, Peru and Bolivia are going through.