Exigen fin a su complicidad en la guerra de Israel
Por Jim Cason y David Brooks / La Jornada
Rabinos judíos en Nueva York, pastores afroestadunidenses en Georgia, árabe-estadunidenses en Michigan y jóvenes por todo el país siguen nutriendo un incesante movimiento en demanda de que el presidente Joe Biden promueva un alto el fuego y ponga fin a su complicidad en la guerra de Israel en Gaza, lo que ha ha alcanzado tal volumen que la demócrata más poderosa de la cámara baja acusó a quienes llamó pro palestinos de estar conectados con Rusia y amenazó con solicitar a la FBI que los investigue.
Una reunión programada entre la coordinadora de la campaña de relección de Biden, Julie Chávez Rodríguez, nieta de César Chávez, y varios líderes árabe-estadunidenses electos el pasado viernes, fue cancelada después de la oposición de esas comunidades. Assad Turfe, político electo local, informó a la campaña de Biden: a menos que ocurra algo drástico, ustedes han perdido a la comunidad árabe-estadunidense y musulmana. Hasta donde veo, ya no hay forma de recuperarlos, esa era la idea de esta reunión cancelada.
Michigan tiene la concentración más grande de árabe-estadunidenses en el país y es un estado que Biden necesita ganar para triunfar en la elección general.
En Georgia, otro estado clave en el mapa electoral para Biden, cientos de pastores afroestadunidenses publicaron una declaración en el Atlanta Journal llamando por un alto el fuego y varios comentaron a los medios que están contemplando anular invitaciones a políticos del Partido Demócrata que habían invitado a hablar ante sus fieles en torno a la elección general de noviembre. Ese sector es determinante para Biden y los demócratas.
Gritos de estás financiando el genocidio interrumpieron varias veces un discurso de Biden en un mitin electoral en Carolina del Sur este sábado pasado, y el presidente ya no puede presentarse en foros públicos sin ser interrumpido con expresiones de repudio a su política; de hecho, ya es tan común que hasta las transcripciones oficiales de estos discursos y foros emitidos por la Casa Blanca incluyen las expresiones de protesta.
Y frustrando intentos de descalificar críticas de Israel y la complicidad estadunidense al acusar que son antisemitas, muchos de los que irrumpen en estos actos y que participan en las acciones de protesta son judíos, sobre todo jóvenes. La semana pasada, la junta directiva de rabinos de la organización Jewish Voice for Peace (Voz Judía por la Paz) publicó una carta abierta dirigida a Biden en plana completa del New York Times acusando: recordaremos este momento como uno en el que Israel está cometiendo un genocidio, ayudado y apoyado por Estados Unidos. Condenan las acciones de Israel contra el pueblo palestino en Gaza, enfatizando que es por nuestras historias que se sienten obligados a hacer esta denuncia, y acusan: “presidente Biden, usted ha optado en favor de la muerte. En lugar de usar su poder considerable para prevenir o poner fin a este genocidio, usted directamente lo ha apoyado con armas, fondos y escudo diplomático. Si las palabras ‘nunca más’ aún tienen algún sentido, tienen que significar ‘nunca más para cualquiera’”.
Las evaluaciones iniciales de estrategas del Partido Demócrata de que estas protestas sobre Gaza se desvanecerían con el tiempo y que los votantes de estos sectores siempre fieles a ellos finalmente optarían por Biden sobre su probable contrincante Donald Trump, se está sustituyendo con preocupaciones mayores por las severas implicaciones que podrían tener al proceder el ciclo electoral. Por ello, la campaña de Biden ha organizado reuniones y foros con árabe-estadunidenses, líderes religiosos afroestadunidenses y otros, llamando por un alto el fuego para intentar justificar estas políticas, mientras Biden y su equipo se niegan a cambiarlas. Después de que los demócratas árabe-estadunidenses locales en Michigan rechazaron reunirse con la coordinadora de la campaña de Biden, la diputada federal Rashida Tlaib, la única legisladora palestina-estadunidense en el Congreso, se reunió con Rodríguez Chávez, reportó Politico.
Respondiendo a la sugerencia de la veterana legisladora demócrata Nancy Pelosi –la ex presidenta de la cámara baja–, de que los llamados a un alto el fuego y manifestaciones pro palestinas estaban de alguna forma vinculadas con el presidente ruso, Vladimir Putin, Nihad Awad, director del Council on American-Islamic Relations (CAIR), declaró: “estamos profundamente perturbados por los comentarios de la ex presidenta de la cámara… Las afirmaciones de la diputada Pelosi de que algunos estadunidenses que protestan por un alto el fuego en Gaza están trabajando con Vladimir Putin suena delirante, y su llamado para que la FBI investigue a esos manifestantes sin ninguna prueba es sencillamente autoritario… Tristemente los comentarios de Pelosi son eco de un tiempo en nuestra nación, cuando opositores de la guerra en Vietnam fueron acusados de ser simpatizantes comunistas y sujetos al hostigamiento de la FBI”.
Abdulla H. Hammoud, alcalde de la ciudad de Dearborn, en Michigan, destacó el apoyo mayoritario de la opinión pública estadunidense a un alto el fuego en Gaza, en un comentario publicado en la red social X. Agregó: entonces, con base en los comentarios de Pelosi ¿76 por ciento de los demócratas, 49 de los republicanos y 61 de los estadunidenses, son potencialmente agentes operativos pagados por Rusia que están promoviendo el mensaje de Putin por un alto el fuego?
Aunque la mayoría de la cúpula política del país no se atreve a vincular llamados a un cese de hostilidades de sus conciudadanos con un complot de Putin, siguen rechazando promoverlo, con algunas excepciones notables como el senador Bernie Sanders.
Sin embargo, la creciente oposición se sigue expresando en calles, plazas, edificios públicos, universidades y actos de desobediencia civil; en no dejar en paz a los políticos incluido el presidente, la vicepresidenta y líderes legislativos en actos públicos, y transmitir sus mensajes por varias vías físicas y cibernéticas, como la proyección de la cara del presidente sobre un edificio cerca de la Casa Blanca que lo identifica como genocide Joe.
Hay un sitio que registra los llamados a un alto el fuego por actores, músicos y otros artistas reconocidos (Juliette Binoche, Tilda Swinton, Roger Waters, John Cusack, etcétera), sindicatos, equipos deportivos y asociaciones de todo tipo, sobrevivientes del Holocausto (https://twitter.com/Ceasefire_Track).
El sábado pasado, en el noticiero satírico del famoso programa cómico Saturday Night Live, uno de los presentadores dio la noticia de que Biden estaba enviando a su jefe de la CIA a Medio Oriente porque nadie relaja las tensiones en Medio Oriente mejor que la CIA.