Cuba se ha convertido en un almacén de desgracias al por mayor

Parece que fuera de la isla existe un banco de espera donde las desgracias aguardan su turno para entrar a causar contrariedades.

Y quien piense otra cosa ya puede ir presentándose voluntariamente en emergencias de un hospital psiquiátrico para ver qué solución le dan al caso porque a falta de electricidad ni un leve electroshock lo podrá retornar al sentido común.

Tal parece que fuera de la isla existe un banco de espera donde diversas desgracias aguardan su turno para, sin visado, entrar a causar contrariedades inimaginables de cualquier tipo.

Primero, ese huracán Oscar que ha sembrado de calamidades a la oriental provincia de Guantánamo. Luego o casi al mismo tiempo el colapso nacional de un sistema electro energético obsoleto para abrirle las puertas a otro huracán llamado Rafael que atacó sin piedad las provincias del occidente del país.

Entre col y col, el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca para intentar continuar asediando todavía más a Cuba en propósito más que manifiesto.

Cuando el país comenzaba un intento visible de recuperación con lo poco que dispone y el otro poco que pudiera recibir de ayuda internacional, par de sismos superiores a 6 grados en la escala Richter, arremetieron ayer contra la segunda ciudad en importancia, Santiago de Cuba, y su vecina provincia Granma.

Deslizamientos de tierra, viviendas destruidas en techos, paredes y pisos más afectaciones en el tendido eléctrico han sido las primeras cartas de presentación.

Todo esto, con una economía en terapia intensiva, con pronósticos que pocos valientes especialistas osan decirlo públicamente y donde alimentarse o medicarse resultan un dolor de cabeza de carácter familiar y gubernamental.

Entretanto, el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, uniformado de verde olivo por su condición de máxima autoridad del Consejo de Defensa Nacional, no cesa de transmitir confianza y seguridad a una población casi en estado depresivo:

“-Estamos de pie. Estamos combatiendo. Y vamos a salir de esto”.

Tomado de elBoletin.
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