Faltó una “ese”
Como la pólvora se ha extendido en las redes sociales, -ese singular campo de batalla donde se combate las 24 horas-, y por otros canales de la comunicación en Cuba, la frase “Mejor sin bloqueo” al calor de que, una vez más, el gobierno de turno en EEUU hizo caso omiso a esa aplastante demanda internacional (185-2-2) en el salón plenario de la Organización Mundial de Naciones Unidas (ONU) enclavada precisamente en Washington.
Quizás por ello, por su efecto internacional y no tanto local, quien o quienes idearon esas tres palabras, que encierran un gran volumen de daños y carencias para cada ciudadano e instituciones cubanos, no se haya tenido en cuenta otro bloqueo tan dañino como el primero, el bloqueo interno.
En este bloqueo interno, que las propias autoridades han debido aceptar con otros calificativos muy variados como el de la acción y gracia de la poderosa burocracia de buró y mental, entre otras consideraciones, requiere también de una denuncia demoledora, pero en el plano interno, sin bombos ni platillos de cara al exterior como bien apunta una sentencia muy sabia que reza lo de los trapos sucios lavarlos en casa.
No pocos cubanos pensantes y desapasionados ya han descubierto que el bloqueo imperial es el mejor escudo que no pocos utilizan para justificar su ineficiencia y temor a tomar audaces decisiones para, por ejemplo, levantar o resucitar la economía nacional.
Aunque resulta convincente eso de que entre bomberos no debemos pisarnos las mangueras, no tengo otra alternativa que mencionar un reciente reportaje televisivo acerca de los afanes de trabajadores del sector para poner en marcha un central azucarero en la provincia de Cienfuegos. Casi con carácter absoluto, las culpas las carga el bloqueo. Y hasta más, el fracaso de la zafra en toda la nación.
Demostrada nuevamente su condición satánica, pongámonos con idéntico o mayor énfasis a eliminar esas trabas y disparates internos que también, paradójicamente, asfixian, nos frenan y proporcionan injustificadas jaquecas y malestares no precisamente estomacales, sino con epicentro un poco más al sur.