100 minutos y ni una palabra sobre los problemas que nos quitan el sueño

Estamos viviendo un momento crucial en la historia de nuestro país, y la forma en que respondamos a este momento afectará no solo nuestras vidas, sino también las vidas de nuestros hijos y nietos.

Como escucharon anoche [durante el discurso sobre el Estado de la Unión], el presidente Trump ha sido muy eficaz en la creación de un universo paralelo, un conjunto de ideas que no tienen base en la realidad o que no se acercan ni de lejos a las preocupaciones más importantes del pueblo estadounidense.

Lo hace a través del concepto de la GRAN MENTIRA, y vaya si lo escuchamos anoche. Dice algo que es tremendamente falso, lo repite una y otra vez, y hace que las redes sociales de derecha lo repitan infinitas veces hasta que la gente lo cree.

El propósito de todas estas mentiras no es solo promover su odiosa ideología de derecha, sino un esfuerzo magistral para desviar la atención de los problemas más importantes que enfrenta la gente de este país, problemas que Trump y sus amigos multimillonarios no quieren abordar porque no les conviene hacerlo.

Trump habló durante casi 100 minutos e ignoró casi por completo los problemas que mantienen despiertos a los trabajadores por las noches, preocupados por cómo sobrevivirán sus familias durante estos tiempos difíciles.

  • Cien minutos y no dijo ni una palabra sobre las realidades económicas que enfrenta el 60 por ciento de los estadounidenses que viven de sueldo a sueldo.
  • Cien minutos y ni una palabra sobre nuestro sistema de atención médica roto, disfuncional y costoso que ha dejado a 80 millones de estadounidenses sin seguro o con seguro insuficiente, o por qué pagamos los precios más altos del mundo por medicamentos recetados y 1 de cada 4 estadounidenses no puede pagar los medicamentos que prescriben sus médicos.
  • Cien minutos y ni una palabra sobre la gran crisis de vivienda en Estados Unidos que ha dejado a 800.000 estadounidenses sin hogar y a millones que gastan más de la mitad de sus limitados ingresos en vivienda.
  • Cien minutos y ni una palabra sobre la enorme desigualdad de ingresos y riqueza que hace que 3 estadounidenses posean más riqueza que la mitad más pobre de nuestra sociedad.
  • Cien minutos y ni una palabra sobre un sistema corrupto de financiación de campañas que permite a un puñado de multimillonarios comprar elecciones.
  • Cien minutos y ni una palabra que decir sobre el hecho de que nuestra esperanza de vida es 4 años menor que la de otros países ricos, y el 50 por ciento más pobre de este país vive en promedio 7 años menos que el 1 por ciento más rico. En otras palabras, ser pobre en este país es una sentencia de muerte.
  • Cien minutos y ni una palabra que decir sobre cómo vamos a abordar la crisis planetaria del cambio climático.

Y la razón por la que tuvo muy poco que decir sobre las crisis que enfrentan las familias trabajadoras es porque no tiene ningún plan o deseo de abordarlas. A pesar de parte de su retórica, a Trump y sus amigos multimillonarios no les importan en lo más mínimo las preocupaciones de los trabajadores de este país.

Instó al Congreso a aprobar su gran y hermoso presupuesto…

Pero omitió la parte de que ese presupuesto recortaría Medicaid en $880 mil millones.

Según una estimación, esto significaría que hasta 36 millones de estadounidenses, incluidos millones de niños, se quedarían sin la atención médica que les brindaban. Piénsenlo: estamos hablando de personas que poseen sus propias naves espaciales y que están tratando de quitarles la atención médica a millones de niños. Es una vergüenza.

Un discurso de 100 minutos, ni una palabra al respecto.

Piénsenlo: estamos hablando de personas que poseen sus propias naves espaciales y que están tratando de quitarles la atención médica a millones de niños. Es una vergüenza.

Supongo que se olvidó…

Amigos, déjenme ser directo:

En este momento particular de la historia, la desesperación no es una opción. Ninguno de nosotros tiene el privilegio de esconderse bajo las sábanas. Nunca olvidemos que el verdadero cambio solo ocurre cuando la gente común se alza, por millones, contra la opresión y la injusticia.

Voy a hacer mi parte y los necesito conmigo.

Recientemente, tuvimos dos grandes y exitosas manifestaciones en Iowa y Nebraska. Miles de personas se presentaron.

Este fin de semana, iré a Michigan y Wisconsin, donde miles más ya confirmaron su asistencia a esos eventos.

Pero eso no es todo. Voy a seguir viajando por el país, hablando con la gente sobre la agenda de Donald Trump y nuestra visión de una agenda que funcione para la mayoría y no solo para unos pocos.

Podemos ganar. Ganaremos. Pero solo si avanzamos juntos.