Seis preguntas a Omar Everleny sobre las nuevas medidas económicas

Las nuevas medidas recientemente anunciadas en la sesión ordinaria del Parlamento este miércoles han traído múltiples dudas y hasta alarmas por parte de empresarios privados y la ciudadanía. Aún es temprano para evaluar su impacto, no obstante, para aclarar dudas y analizar sobre sus posibles efectos La Joven Cuba consulta al economista Omar Everleny, doctor en Economía por la Universidad de La Habana,  investigador, articulista y profesor visitante en las universidades de Harvard y Columbia, Carleton University y la Sorbonne.

1. ¿Cuál es su valoración general sobre las medidas anunciadas?

Las medidas anunciadas, tienen una carga elevada de voluntarismo, porque todos los años se aprueban leyes, decretos, orientaciones, etcétera, y los resultados no se observan. A mi modo de ver, no aparecen las medidas necesarias para realizar los cambios estructurales que el país necesita, que conlleve a un incremento de la producción de bienes, especialmente los alimentarios, entre otros. Es una gran retórica, con deseos, pero la economía trabaja con números positivos, no los rojos, me refiero a que la economía decreció, el déficit fiscal es alto, hay inflación, escasez de productos de la canasta básica, el transporte no mejora, entonces ¿cuándo se transformarán esos indicadores?

2. Una de las medidas está encaminada a cobrar en divisas los impuestos de importación a las formas de gestión no estatal. Las principales preocupaciones de las personas es que contribuyan a la escasez y el aumento de los precios. ¿Qué cree usted de esto?

Es muy cierto lo que se plantea con esa medida, si me subes un gasto nuevo, ese gasto las formas no estatales lo recuperarán con el incremento del precio final de la mercancía que han pagado. No se debe olvidar que esa divisa que pagarán en aduana, ya fue comprada en el mercado informal a una determinada tasa que no es la de 1 por 120.

3. Entre las medidas de carácter financiero están la eliminación de las cuentas en dólares para varias entidades estatales y el autorizo de aceptar el efectivo en divisas en determinados sectores y actividades como el turismo. Se habla de una «dolarización parcial» de la economía, pero al mismo tiempo se dice que el Estado no está en condiciones de establecer un mercado cambiario formal. ¿Qué cree de esto? ¿Cuánto afecta la inexistencia de un mercado cambiario formal al éxito del resto de las medidas? ¿Es posible hacer exitosamente una dolarización parcial en estas condiciones? ¿Qué usted recomendaría?

Ya se tuvo una dolarización parcial en la economía, se dijo que no se volvería a hacer, pero fue lo que pasó: las divisas circulan libremente en la economía y el Estado participa poco en ese mecanismo, ya que había limitado el efectivo en las instituciones turísticas, por ejemplo. La realidad es que el Estado debe ser coherente con el mercado cambiario formal y no tener la tasa de cambio de 1 por 120 que está muy alejada de la del mercado.

Una recomendación —que por lo que está se diciendo en estos momentos en la Asamblea Nacional no se aceptaría— es la creación de casas de cambio privadas, a las tasas que se fijen por el mercado, el Estado cobraría una comisión por esas operaciones, pero tendría estadísticas más reales de los montos que se compran y se vendan. Así no serían solo intenciones online las que se utilicen para las tasas del mercado.

Lo que sí está claro que es muy difícil salir adelante con esos divorcios entre tasas de cambio formal e informal, entre salarios y pensiones con precios fijados por el Estado a las mipymes, entre el atraso y la precariedad de la canasta básica que se entrega y las ofertas que existen en las tiendas estatales en divisas y las mipymes.

4. Una de las medidas más polémicas ha sido la de exigir que el pago a los proveedores, que tienen los actores privados en el exterior, se haga desde bancos cubanos, así como reducir la cantidad de empresas autorizadas a importar a las formas de gestión no estatales. ¿Cómo las medidas unilaterales coercitivas de Estados Unidos pudieran limitar el éxito de esta medida?

Lo primero que hay que mencionar es que el sistema bancario cubano no tiene credibilidad ante sus clientes, hay cuentas de empresarios extranjeros que sobrepasan las decenas de millones de dólares y no hay activos en los bancos para erogarlas. ¿Cómo entonces suponer que un privado deposite sus fondos en el banco y ese banco cumpla con su compromiso de pago? Pero es ahí donde aparece el bloqueo de Estados Unidos, que no acepta transacciones del gobierno cubano, sino de los empresarios privados, sin embargo, en Cuba los bancos son estatales, entonces al final va a ser todo más complicado.

5. En los discursos de Manuel-Marrero y Miguel Díaz Canel se indicó que una de las principales distorsiones a las que se les trata de dar solución es al exceso de efectivo (en moneda nacional y divisas) que circula fuera de las instituciones bancarias y a la fuerte evasión fiscal de los actores privados. ¿Cuáles son las causas de estas problemáticas? ¿Cuáles serían las soluciones? ¿Cree que las medidas ayuden en este sentido?

Es muy cierto que hay exceso de efectivo fuera de los bancos en manos de empresarios privados, pero ellos no desean tenerlo así, lo que sucede es que tú depositas una cierta cantidad y cuando lo necesitas el banco te tiene limitado tu extracción, entonces hay que empezar por cambiar esas reglas.

La gestión bancaria en Cuba es muy engorrosa, ahora, yo soy ferviente defensor de la bancarización y estoy en contra de la evasión fiscal, pero las medidas que se toman tienen que ser coherentes, y en Cuba eso no sucede. Tienes que invertir en cajeros automáticos a lo largo de todo el país, tienes que mejorar las instalaciones bancarias, tienes que entregarle terminal de punto de venta (POS) a todo el que la solicita, tienes que automatizar al menos los grandes mercados agropecuarios con código QR, no es solo intentar entrar en el aro a una parte de la ecuación. Las tiendas en divisas del Estado siempre tienen problemas de conexión, o el POS está roto, entonces, ¿por qué la dirección de la flecha siempre es a las formas no estatales?

6. En varias de las intervenciones se ratificó que la Empresa Estatal Socialista era el actor principal de la economía cubana y la Empresa privada un complemento. Usted en otras ocasiones ha dicho que para esto habría que cambiar completamente la empresa estatal socialista ¿qué es necesario para lograr este cambio?, aun así ¿tiene sentido seguir colocando una forma de gestión por encima de otra?

Lo primero es que se ha querido insistir en un concepto que no ha funcionado en el mundo, ni en 65 años en Cuba que es la eficiencia de la empresa estatal en su totalidad. Estoy de acuerdo que las actividades más estratégicas estén en manos del Estado, como producción electricidad, servicios públicos, y otras que se definan, pero un Estado no tiene que dominar, por ejemplo, el comercio minorista, ni la gastronomía, porque, de hecho, estos sectores siempre han estado cargados de ineficiencias que generan pérdidas.

Por eso si el Estado habla de la empresa estatal, debe ser otra empresa estatal, no la que no ha funcionado hasta ahora, porque mientras no haya incentivos económicos, es decir, que los ingresos de los trabajadores les alcance para adquirir la canasta básica que necesita, no lo que se otorga hasta ahora, no habrá ni interés ni motivación. Esa empresa que se cansan de repetir, no puede ser la misma que hemos tenido hasta ahora.

Finalmente me pregunto si en el mundo socialista que feneció, y el que hoy se mantiene, la mayor parte de las empresas no son estatales, cómo un país pequeño, sin recursos energéticos, y bloqueado por la mayor potencia del mundo podría hacer funcionar esa empresa estatal socialista. Ojalá me equivoque, porque lo que deseo es que el país prospere con sus hijos y no que se marchen ante la desesperanza.

Tomado de La Joven Cuba.