Cuba faces ongoing power outages amid economic struggles (+Español)
Cuba is grappling with significant power outages that affect about 10% of the population during peak energy consumption hours in the evening. The issue, reported by the state-owned Unión Eléctrica (UNE), has highlighted the country’s ongoing struggles with its energy infrastructure and economic stability.
The situation has slightly improved after severe outages in May and early June, which saw daily power cuts lasting over 10 hours in several provinces. However, the UNE forecasts a generation capacity of 2,595 megawatts (MW) against a demand of 2,750 MW for the current period, leaving a deficit of 155 MW. During peak hours, the actual impact could reach 225 MW.
Causes of the Power Outages
The Cuban government has announced that power cuts should be reduced to an average of less than three hours per user daily this month, with some days experiencing no outages. According to UNE, the primary causes of these interruptions include breakdowns and failures in thermoelectric plants, a lack of fuel, and scheduled maintenance.
Three generating units are out of service due to malfunctions, and one is under maintenance. Additionally, 39 plants and one floating unit are not operational due to fuel shortages. The National Electroenergetic System (SEN) is precarious due to the lack of imported fuel and recurring breakdowns in thermoelectric plants, which are obsolete after more than four decades of use without significant investments and maintenance.
To mitigate the generation capacity shortfall, the Cuban government has leased up to seven floating power plants over the past six years, although only five remain in operation. This solution is quick but temporary, costly, and environmentally unfriendly.
Economic and Social Impact
The frequent power outages severely damaged Cuba’s economy, which contracted between 1% and 2% in 2023. These disruptions hinder economic activities and fuel social discontent in a country already profoundly affected by a four-year-long economic crisis.
The power cuts have catalyzed anti-government protests in recent years, including the largest in decades on July 11, 2021, and another significant demonstration on March 17, 2023, in Santiago de Cuba and other localities. These protests reflect the growing frustration among Cubans over the deteriorating living conditions and the government’s inability to address the root causes of the energy crisis.
Cuba’s energy crisis is not isolated but part of a broader pattern of energy challenges in Latin America. Many countries in the region face similar issues with aging infrastructure, fuel shortages, and the need for substantial investments in energy systems. However, Cuba’s situation is exacerbated by its unique political and economic context, including longstanding trade embargoes and limited access to international financing.
Other Latin American countries have taken various approaches to address their energy challenges. For instance, Brazil has invested heavily in renewable energy sources like hydropower, wind, and solar, reducing its reliance on fossil fuels. Chile has implemented ambitious energy reforms to attract private investments in renewable energy projects. These efforts have helped mitigate energy shortages and positioned these countries as leaders in the global transition to sustainable energy.
Government Measures and Future Prospects
The Cuban government is under immense pressure to find sustainable solutions to its energy crisis. Its reliance on temporary measures, such as leasing floating power plants, is neither sustainable nor sufficient to meet the population’s growing energy demands.
To address these challenges, Cuba needs to explore long-term strategies, including investing in modernizing its energy infrastructure, diversifying its energy sources, and improving energy efficiency. Renewable energy sources, such as solar and wind, offer a promising alternative to reduce the country’s dependence on imported fuels and enhance energy security.
Moreover, international cooperation and support could play a crucial role in helping Cuba overcome its energy crisis. Partnerships with countries experienced in renewable energy technologies and access to global financing could facilitate the implementation of sustainable energy projects. However, such collaborations would require a shift in Cuba’s political and economic policies to foster a more favorable environment for foreign investments and technological exchange.
Cuba’s persistent power outages are a stark reminder of the country’s ongoing economic and social challenges. The energy crisis hampers economic growth and exacerbates social unrest, reflecting the deep-seated frustration among the Cuban population.
Addressing the energy crisis requires a multifaceted approach, including modernizing the energy infrastructure, diversifying energy sources, and improving energy efficiency. Learning from the experiences of other Latin American countries in transitioning to sustainable energy could provide valuable insights and strategies for Cuba.
As Cuba navigates these complex challenges, the need for sustainable and long-term solutions becomes increasingly urgent. The future of Cuba’s energy sector will depend on the government’s ability to implement effective reforms, attract investments, and leverage international cooperation to build a resilient and sustainable energy system.
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Traducción al Español:
Cuba enfrenta continuos cortes de energía en medio de la lucha económica
Cuba está lidiando con importantes cortes de energía que afectan a alrededor del 10% de la población durante las horas pico de consumo de energía por la noche. El problema, informado por la estatal Unión Eléctrica (UNE), ha puesto de relieve las luchas actuales del país con su infraestructura energética y su estabilidad económica.
La situación ha mejorado ligeramente después de los graves apagones ocurridos en mayo y principios de junio, que provocaron cortes de energía diarios que duraron más de 10 horas en varias provincias. Sin embargo, la UNE prevé una capacidad de generación de 2.595 megavatios (MW) frente a una demanda de 2.750 MW para el actual periodo, dejando un déficit de 155 MW. Durante las horas pico, el impacto real podría alcanzar los 225 MW.
Causas de los cortes de energía
El gobierno cubano ha anunciado que los cortes de energía deberían reducirse este mes a un promedio de menos de tres horas diarias por usuario, y que algunos días no se producirán cortes. Según la UNE, las principales causas de estas interrupciones incluyen averías y fallas en las termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados.
Tres unidades generadoras se encuentran fuera de servicio por averías y una en mantenimiento. Además, 39 plantas y una unidad flotante no están operativas por escasez de combustible. El Sistema Electroenergético Nacional (SEN) se encuentra precario por la falta de combustible importado y las recurrentes averías en las centrales termoeléctricas, que se encuentran obsoletas tras más de cuatro décadas de uso sin importantes inversiones y mantenimiento.
Para mitigar el déficit de capacidad de generación, el gobierno cubano ha arrendado hasta siete centrales eléctricas flotantes en los últimos seis años, aunque sólo cinco permanecen en funcionamiento. Esta solución es rápida pero temporal, costosa y perjudicial para el medio ambiente.
Impacto económico y social
Los frecuentes cortes de energía dañaron gravemente la economía de Cuba, que se contrajo entre un 1% y un 2% en 2023. Estas interrupciones obstaculizan las actividades económicas y alimentan el descontento social en un país que ya está profundamente afectado por una crisis económica que dura cuatro años.
Los cortes de energía han catalizado protestas antigubernamentales en los últimos años, incluida la mayor en décadas el 11 de julio de 2021 y otra manifestación importante el 17 de marzo de 2023 en Santiago de Cuba y otras localidades. Estas protestas reflejan la creciente frustración entre los cubanos por el deterioro de las condiciones de vida y la incapacidad del gobierno para abordar las causas fundamentales de la crisis energética.
La crisis energética de Cuba no es un caso aislado sino parte de un patrón más amplio de desafíos energéticos en América Latina. Muchos países de la región enfrentan problemas similares con infraestructura obsoleta, escasez de combustible y la necesidad de inversiones sustanciales en sistemas energéticos. Sin embargo, la situación de Cuba se ve exacerbada por su contexto político y económico único, incluidos embargos comerciales de larga data y acceso limitado al financiamiento internacional.
Otros países latinoamericanos han adoptado diversos enfoques para abordar sus desafíos energéticos. Por ejemplo, Brasil ha invertido mucho en fuentes de energía renovables como la hidroeléctrica, la eólica y la solar, reduciendo su dependencia de los combustibles fósiles. Chile ha implementado ambiciosas reformas energéticas para atraer inversiones privadas en proyectos de energía renovable. Estos esfuerzos han ayudado a mitigar la escasez de energía y han posicionado a estos países como líderes en la transición global hacia la energía sostenible.
Medidas gubernamentales y perspectivas futuras
El gobierno cubano está bajo una inmensa presión para encontrar soluciones sostenibles a su crisis energética. Su dependencia de medidas temporales, como el arrendamiento de centrales eléctricos flotantes, no es sostenible ni suficiente para satisfacer las crecientes demandas energéticas de la población.
Para abordar estos desafíos, Cuba necesita explorar estrategias a largo plazo, incluida la inversión en la modernización de su infraestructura energética, la diversificación de sus fuentes de energía y la mejora de la eficiencia energética. Las fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, ofrecen una alternativa prometedora para reducir la dependencia del país de los combustibles importados y mejorar la seguridad energética.
Además, la cooperación y el apoyo internacional podrían desempeñar un papel crucial para ayudar a Cuba a superar su crisis energética. Las asociaciones con países con experiencia en tecnologías de energía renovable y el acceso a financiación global podrían facilitar la implementación de proyectos de energía sostenible. Sin embargo, tales colaboraciones requerirían un cambio en las políticas y políticas económicas de Cuba para fomentar un entorno más favorable para las inversiones extranjeras y el intercambio tecnológico.
Los persistentes cortes de energía en Cuba son un claro recordatorio de los continuos desafíos económicos y sociales del país. La crisis energética obstaculiza el crecimiento económico y exacerba el malestar social, lo que refleja la frustración profundamente arraigada entre la población cubana.
Abordar la crisis energética requiere un enfoque multifacético, que incluya la modernización de la infraestructura energética, la diversificación de las fuentes de energía y la mejora de la eficiencia energética. Aprender de las experiencias de otros países latinoamericanos en la transición hacia la energía sostenible podría proporcionar ideas y estrategias valiosas para Cuba.
A medida que Cuba navega por estos complejos desafíos, la necesidad de soluciones sostenibles y de largo plazo se vuelve cada vez más urgente. El futuro del sector energético de Cuba dependerá de la capacidad del gobierno para implementar reformas efectivas, atraer inversiones y aprovechar la cooperación internacional para construir un sistema energético resiliente y sostenible.